Los primeros vestigios arqueológicos se remontan al Paleolítico Medio (Cueva de la Moneda) y Superior (Cejo del Pantano, Los Mortolitos). El final del Paleolítico está representado en los abrigos del Rincón de Yéchar y de Santa Leocadia. Si bien el Neolítico no se encuentra suficientemente documentado, le sigue un rico Eneolítico (3.000-1.900 a.C) representado por los yacimientos de Los Carboneros, El Campico de Lébor y la cueva sepulcral de Los Blanquizares, de donde procede la famosa hacha enmangada expuesta en el Museo de Almería. Con todo, sobresale en Totana la cultura de El Argar (1.900-1.350 a. C.), cuyo poblado de La Bastida fue la primera estación excavada y publicada de esta cultura (Inchaurrandieta, 1.869). Otros yacimientos argáricos son: Cabeza Gorda, Los Yesares y Las Anchuras. La continuidad cultural queda manifestada en varios yacimientos del Bronce Final y Edad del Hierro entre los que destaca el poblado de Las Cabezuelas, situado junto al casco urbano. Este yacimiento ha aportado un rico material ibérico expuesto en el Museo de Lorca.